Un mundo en movimiento permanente necesita energía verde

por Erasmo Carlos Battistella

El comercio internacional de bienes ronda los US $ 20 billones y, con altibajos en las últimas dos décadas, ha crecido más que el PIB mundial. Esto se traduce en miles de barcos y contenedores, vuelos comerciales, camiones y vehículos que mueven sin cesar mercancías de un lugar a otro. El aumento en la movilidad de las personas entre países, entre regiones y ciudades también ha crecido dramáticamente en las últimas dos décadas.

Alrededor de 37 millones de vuelos se realizan en todo el mundo cada año, transportando alrededor de 2 mil millones de pasajeros. Transportamos casi mil millones de contenedores anualmente por mar. En las 174 ciudades más grandes del mundo, 300 millones de personas viajan diariamente en autobuses, ferrocarriles y otros tipos de transporte público. Vivimos en un mundo de movilidad permanente.

Un reto energético

Pero no es nuestra movilidad incesante y creciente lo que afecta el cambio climático, sino la energía que usamos para hacerlo. La movilidad representa un gran desafío en el uso de la energía: el 99% de la energía utilizada para el transporte proviene de combustibles fósiles. Emitimos aproximadamente 35 mil millones de toneladas de CO2. El transporte de bienes y personas es la actividad que deja una de las huellas de carbono más profundas. Especialmente transporte aéreo o por carretera.

Los efectos climáticos de esta inmensa movilidad son devastadores

El cambio climático tiene un impacto real en todas las economías del mundo, pero los efectos de este cambio se sienten cada vez más claramente en las economías emergentes: los fenómenos naturales desastrosos, las sequías y las inundaciones, el éxodo del cambio climático están necesariamente impulsando la acción. Hay una necesidad urgente de encontrar otra forma más sostenible de viajar, emprender y negociar.

La crisis mundial de Coronavirus (Covid-19) destacó el papel central de la movilidad en las emisiones de CO2. En la mayoría de los países afectados por esta crisis de salud, la reducción de la actividad económica y el movimiento de personas y bienes ha resultado en una caída radical de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Reduce las emisiones de CO2

Presido el Grupo BCE y hemos estado trabajando aquí durante mucho tiempo para lograr unamovilidad más sostenible basada en combustibles renovables e innovadores, energía verde, que reduce las emisiones, el impacto del cambio climático y aprovecha el valor agregado de las materias primas para obtener menos contaminan la energía y ofrecen oportunidades de desarrollo para todos los territorios, especialmente en los países emergentes.

Hacemos esto porque creemos que de esta manera, con mucho trabajo y dedicación, construiremos un legado que permanecerá para las próximas generaciones. Abordaremos todos estos desafíos de movilidad y sostenibilidad en las próximas publicaciones.

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1 comentario

Gino Ewerson Farias 10 de julio de 2020 - 15:09

Moro em Curitiba e, aqui temos algumas linhas de ÔNIBUS com 100% Bio Combustível (linha Verde).
Que o Brasil e o Mundo nos siga !!!

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